Los seres humanos de hoy huimos de nosotros mismos, de nuestras propias locuras, del mal uso que le damos a nuestra energía y de los problemas que nos ha traído nuestra propia terquedad. Hemos utilizado erróneamente nuestra libertad de elegir y esa misma medicina damos a nuestros hijos, al esclavizarnos en una mirada mezquina de una vida sin sentido. Es hora de reflexionar y ser responsables de nuestros actos.
El Armamentismo. La guerra es una de las causas de sufrimiento más grandes para la humanidad. Es un método cruel y degradante de la dignidad humana, tanto de quien la padece como de quien la practica. Los gastos militares mundiales alcanzaron en 2005 un récord absoluto en la historia, según el informe anual del Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo. El monto global equivale a 173 dólares por cada uno de los más de 6 mil millones de habitantes del planeta. Es una cifra para meditar, alcanza en bruto a 1,118 billones de dólares, es decir es mayor que el “millón de millones de dólares”. Debido a la carrera armamentista, la humanidad dilapidó en 1980 la suma de 1.400 millones de dólares diariamente, 58,3 millones por hora, y casi un millón de dólares por minuto. En total los gastos militares fueron de 500.000 millones de dólares, cifra equivalente al Producto Nacional Bruto de todos los países de América Latina juntos. Ahora que somos 8.000 millones de personas las cifras de seguro han aumentado y producto de la invasión de Rusia a Ucrania, todos los países de Europa aumentaran sus gastos militares.
La Bomba Atómica: En 1946 se iniciaron las pruebas nucleares norteamericanas en las islas Bikini. Luego en 1952 se produce la explosión de la 1ª bomba H (de hidrógeno) en las islas Marshall del Pacífico con una energía 125 veces mayor que la de la bomba atómica de Hiroshima. En la actualidad el arsenal nuclear es equivalentes a más de un millón de bombas de Hiroshima. En las dos Guerras Mundiales, murieron entre 75 y 100 millones de personas en el mundo. Hoy con el arsenal disponible se puede borrar todo vestigio de vida en la Tierra, en un acto brutal de insensatez y auto-castigo.
El hambre y pobreza en el mundo. La brecha entre ricos y pobres sigue aumentando, más de 3.000 millones de personas carecen de una vida digna a causa de hambre, enfermedades, analfabetismo, depredasión de la naturaleza, desigual acceso a la tecnología, conflictos bélicos, migraciones y desplazamientos forzados. Alrededor del 40% de la población mundial-, vive en una situación de pobreza. De estos, 1.600 millones sobreviven con cerca de 1,25 euros diarios y otras 1.100 millones viven en condiciones de pobreza extrema, con menos de 0,79 euros al día, en un mundo en que el gasto medio por persona es de 13,4 euros diarios.
Evolución de la Población Mundial. Al comienzo de ésta era se calcula que vivían unos ciento cincuenta millones de personas: una tercera parte en el Imperio Romano, otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado. Para comprender la gravedad del fenómeno del crecimiento actual de la población hay que comparar el tamaño de la población del siglo XXI con la de los últimos Siglos. Desde 1750 a la fecha la población ha tenido un crecimiento exponencial, a razón de 2,5 por ciento anual; a este ritmo, su número se doblaría cada 27 años. Se debe tener en cuenta que a la humanidad le tomó hasta el año 1800 para alcanzar los primeros mil millones y hasta 1930 para duplicarse. En 1975 se llegó a los 4.000 millones y ahora el 2023 alcanzamos los 8.000 millones de personas en el mundo.
Los problemas de hoy permiten comprender que somos una gran familia hijos de Dios porque los fundadores de la familia humana eran Dioses; en consecuencia, la explosión demográfica se puede explicar por el riesgo a desaparecer, entonces: “mientras más muertes hay por hambre o por guerras, más niños nacen”. La humanidad, se ha protegido así misma de desaparecer, aumentando la población.
Es hora de reflexionar y enfrentar los desafíos del Siglo XXI y que son las consecuencias del camino seguido por la humanidad en particular en los últimos años. Es lógico y razonable también, pensar que el desarrollo humano no haya sido lineal y que hubieron en el pasado sociedades con un alto nivel tecnológico que les permitió ir a las estrellas, ellos son los llamados “extraterrestres” seres humanos que abandonaron el planeta y esperan que la humanidad asuma su responsabilidad de una vida sin rumbo ni destino; por lo tanto, su presencia es sutil y pacífica. Debemos esforzarnos por ser hombres justos, honestos, pacíficos, sabios y bien inspirados, exigencia que siempre hizo Dios a los hombres, a través de sus enseñanzas y en su Ley.